Hyundai Tucson vs Kia Sportage: Híbrido vs micro-híbrido
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Hyundai Tucson vs Kia Sportage: Híbrido vs micro-híbrido

Néstor Abarca

Néstor Abarca

5 opiniones

Muchos de vosotros sabréis que el Hyundai Tucson y el Kia Sportage son prácticamente el mismo coche. Cada uno ha sido vestido con el lenguaje de diseño de sus respectivas marcas coreanas y puesto a punto para la ocasión, pero en cuanto a chasis y motorizaciones, son iguales.

Hemos probado por separado, tanto Tucson como Sportage, y en ambos casos nos han parecido dos cochazos, con una relación calidad-precio-equipamiento muy buena. Hoy vamos a compararlos directamente. Cara a cara. Veremos qué ofrece cada uno, cuál es su precio, y lo más importante de todo: qué opción es mejor. Porque aunque veáis que los dos tienen la etiqueta Eco de la DGT, los hemos elegido con mecánicas distintas.

El Tucson es un híbrido convencional de 230 CV de potencia, mientras que el Sportage es la versión micro-híbrida de 180 CV. Recordar que ambos modelos pueden montar cualquiera de estas mecánicas. Es más, comparten todas las mecánicas disponibles.

La cuarta generación del Hyundai Tucson no tiene nada que ver con la anterior. Es un coche muy distinto en cuanto a diseño, interior incluso en su chasis y plataforma. Es completamente nuevo y hace que el superventas coreano de un paso de gigante adelante para posicionarse como uno de los modelos más interesantes de la categoría.

Ambos cambian mucho respecto a sus generaciones anteriores. En el Tucson destacamos su frontal, con una gran parrilla y la luz diurna en secciones.
Ambos cambian mucho respecto a sus generaciones anteriores. En el Tucson destacamos su frontal, con una gran parrilla y la luz diurna en secciones.

Un puesto que comparte, obviamente, con el nuevo Kia Sportage, su primo hermano, el cual añade exactamente las mismas soluciones para entrar de nuevo con fuerza en el segmento de los SUV compactos donde ha brillado con luz propia estos años pasados.

En estas nuevas generaciones, ambos modelos han realizado un cambio radical en el diseño de sus carrocerías. Los dos apuestan por un look bastante futurista sobre todo en la parte frontal.

En el Tucson encontramos una enorme parrilla dividida por secciones con la luz diurna entrecortada. Una solución curiosa y a la vez muy vistosa y arriesgada. En el Kia vemos alguna seña de identidad de la marca, como la luz diurna en forma de boomerang o la parrilla formato “tiger nose” que en este caso va situada arriba, en la calandra.

En la parte trasera el Tucson nos gusta más que por delante, con los pilotos más verticales y la línea central iluminada, aunque sigue siendo bastante atrevido de diseño. El Sportage es algo más “normal” y los pilotos están inspirados en los del EV6. Es más, toda la trasera se parece bastante, eso sí, en un formato SUV, con un gran portón y mucha más altura.

La trasera del Sportage está inspirada en la del Kia EV6.
La trasera del Sportage está inspirada en la del Kia EV6.

Ya sabemos el dicho: para gustos colores. Y precisamente ahí es donde también hay algunas diferencias. Kia es un poco más atrevida con la paleta cromática para la carrocería, donde incluye colores poco habituales como el verde, el amarillo o el naranja, como el de esta unidad. En total son 8 las propuestas de Kia para el Sportage, con opciones bien coloridas.

Hyundai, en cambio, prefiere reservar tonos más sobrios para el Tucson. Hay varias opciones a elegir, pero solo dos de ellas aportan un toque de color al SUV coreano. En este caso con dos tonos de rojo. Todo lo demás… variantes de blanco, negro, gris y plata.

En cuanto a medidas son prácticamente iguales, tan sólo cambia ligeramente la longitud por mayor prominencia de los paragolpes. El Hyundai Tucson mide 4,5 metros de largo. Clavado. En cambio el Kia Sportage es 2 centímetros más largo (4,52 m). La anchura es la misma (1,87 m) e incluso comparten la altura (1,65 m) y la distancia entre ejes (2,68 m).

Ambos arrancan con un precio muy similar, pero en acabados con mayor equipamiento el Kia es ligeramente más caro.
Ambos arrancan con un precio muy similar, pero en acabados con mayor equipamiento el Kia es ligeramente más caro.

Ambos modelos arrancan su gama de precios en 29.000 euros, sin contar con posibles descuentos, con el motor de gasolina de 150 CV, sin hibridar, con tracción 4x2 y el nivel de equipamiento de acceso, aunque ya vienen mínimamente equipados de serie.

Pero vamos con los que tenemos hoy aquí, los dos con sus acabados más "deportivos":

El Hyundai Tucson es un N Line Sky, que está un poco por debajo del acabado tope Style, en su variante híbrida convencional de 230 CV y tracción delantera. Esta configuración tiene un coste de 44.625 euros.

El Sportage es un GT-Line, que en Kia sí es el acabado más alto, por lo que viene completamente equipado y no le falta de nada. En este caso, hablamos de la variante micro-híbrida con 180 CV y tracción a las cuatro ruedas. Su coste, sin descuentos, es de 49.700 euros.

Sí, el Sportage micro-hibrido, con menos potencia pero con tracción a las cuatro ruedas, es 5.000 euros más caro que el Tucson.

Los acabados N-Line y GT Line son los más deportivos, pero sólo de estética. Ambos son dos coches muy confortables.
Los acabados N-Line y GT Line son los más deportivos, pero sólo de estética. Ambos son dos coches muy confortables.

Si los igualamos en equipamiento y motorización, el Sportage sigue siendo ligeramente más caro, pero la diferencia se reduce en torno a los 1.500 o 2.000 euros.

Aunque la versión N-Line del Tucson no es el nivel de acabado más alto, lo cierto es que sí es el que ofrece un toque un poco más deportivo a este Hyundai Tucson. Tenemos detalles decorativos con un toque más sport, el volante deportivo de cuero o los asientos con tapizado en tela que también es bastante chulo.

Por lo demás, el coche viene super bien equipado de serie. No le falta prácticamente de nada. Se echa en falta un cargador inalámbrico para el teléfono o poder usar Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica.

El interior está bien acabado, es un poco simple, eso sí, pero resulta agradable. La pantalla del sistema multimedia es de 10,25 pulgadas y fácil de usar y además incorpora un cuadro de instrumentos digital bastante resultón.

El interior del Hyundai es sobrio, está bien acabado y cuenta con un buen sistema de infoentretenimiento.
El interior del Hyundai es sobrio, está bien acabado y cuenta con un buen sistema de infoentretenimiento.

Aunque para resultón el despliegue tecnológico del Kia Sportage. También incorpora dos pantallas digitales, que son parecidas a las del Tucson, pero como las han dispuesto en formato panorámico con un estilo parecido al de Mercedes, pues mola un poco más.

Además, otra cosa que nos ha gustado más del Sportage, es que el climatizador cuenta con diales giratorios, aunque como en el Tucson se echan en falta algunos botones más en la pantalla para acceder a ciertos menús, sobretodo cuando estás usando el Apple CarPlay o el Android Auto.

Por lo demás, el coche está bien terminado, utiliza materiales parecidos a los del Tucson, y como éste, en la versión GT-Line tenemos algunos detalles un poco más deportivos.

Nos ha gustado un poco más el interior del Sportage, básicamente porque se siente un poco más moderno. La doble pantalla panorámica le da mucho juego y hace que se perciba un poco más nuevo respecto al Tucson.

En cuanto a calidad están muy parejos, pero nos ha gustado más el interior del Sportage por su diseño de pantalla panorámica, que le otorga un plus más moderno.
En cuanto a calidad están muy parejos, pero nos ha gustado más el interior del Sportage por su diseño de pantalla panorámica, que le otorga un plus más moderno.

En las plazas traseras ambos son muy parecidos. Tenemos mucho espacio para las piernas y la altura libre hasta el techo es más que correcta, incluso para personas de gran estatura. Se perciben anchos y muy espaciosos, incluso cuentan con regulación del respaldo para ganar en confort.

El Tucson tiene cortinillas, y el Sportage USB en los asientos para cargar dispositivos.

Las plazas centrales pueden utilizarse, e incluso pueden llegar a viajar 3 adultos, aunque en ambos casos molesta el túnel central para colocar los pies.

Detrás, en los maleteros, también hay una ligera diferencia de capacidad entre uno y otro. El Kia Sportage, según su ficha técnica, tiene una capacidad de 562 litros, que no está nada mal.

No está mal, no. Lo que pasa es que la capacidad estándar del Hyundai Tucson es de 616 litros. Y esos más de 50 litros, así de primeras se notan.

Ambos cuentan con dos grandes maleteros, pero el del Kia es ligeramente más grande, se puede situar el piso en dos alturas y el hueco inferior es mejor.
Ambos cuentan con dos grandes maleteros, pero el del Kia es ligeramente más grande, se puede situar el piso en dos alturas y el hueco inferior es mejor.

El espacio de carga del Sportage es muy bueno y se puede aprovechar de forma estupenda, incluso cuenta con un pequeño hueco bajo el piso para dejar objetos de menor tamaño. Añade tiradores en el maletero para abatir los respaldos de los asientos, con lo que se alcanzan los 1.715 litros de capacidad máxima.

Las formas en el maletero del Tucson son las mismas que en el Sportage pero… en el Hyundai se puede situar el piso en dos alturas, ganando así esos litros de más. Además, el hueco bajo el piso es mucho más grande que el del Kia, por lo que aporta mejores soluciones de carga. La capacidad total, abatiendo los asientos es de 1.795 litros. Mejor que la de Sportage.

Como os hemos contado al principio, los hemos elegido con mecánicas muy distintas. Pero, dos mecánicas que ambos coches pueden montar. Y además, las dos tienen la pegatina ECO de la DGT, tan codiciada en estos tiempos que corren…

El Kia Sportage es micro-híbrido y tiene 180 CV. El Hyundai Tucson es un híbrido convencional de 230 CV. El Kia es 4x4, el Hyundai 4x2. Y aunque ambos son automáticos, el Sportage tiene 7 marchas y el Tucson 6. Los dos parten del mismo motor de 1,6 litros, 4 cilindros y 180 CV.

Los dos modelos comparten mecánicas y en este caso la híbrida convencional de 230 CV es mucho mejor que la micro-híbrida de 180. En respuesta y en consumos.
Los dos modelos comparten mecánicas y en este caso la híbrida convencional de 230 CV es mucho mejor que la micro-híbrida de 180. En respuesta y en consumos.

El Sportage micro-híbrido ahí se queda, ya que el motorcillo eléctrico apenas ayuda ligeramente en las arrancadas pero no puede mover de forma eléctrica al conjunto con el sistema de 48V y una minúscula batería de 0,44 kWh.

El Tucson añade a los 180 CV un motor eléctrico de 60 CV y una batería de 1,49 kWh. Que tampoco es mucho, pero que sí puede mover de forma 100% eléctrica al coche. Tanto en arrancadas suaves como en fases de llaneo. La potencia conjunta es de 230 CV y el par motor aumenta de 265 a 350 Nm.

En cuanto a prestaciones el Tucson híbrido es 1 segundo más rápido en el 0 a 100: 8 segundos contra 9 segundos, y en consumo combinado también sale ganador. Según sus fichas técnicas, la media de este Kia estaría situada en 7,1 l/100 km mientras que la del Hyundai quedaría en 5,8.

Tras probarlos durante una semana completa, ambos modelos nos han parecido muy similares en cuanto a su comportamiento dinámico. Hay ligeras diferencias entre uno y otro, pero así a grandes rasgos el Kia Sportage quizás sea un poco más dinámico que el Tucson, el cual se muestra un coche super confortable. El Tucson también está mejor insonorizado, es más silencioso que el Sportage, el cual también transmite más vibraciones al interior.

El Kia Sportage es un poco más dinámico que el Tucson, no mucho, pero transmite un poco más. El motor micro-híbrido gasta bastante, y la solución de los 48V no es suficiente.
El Kia Sportage es un poco más dinámico que el Tucson, no mucho, pero transmite un poco más. El motor micro-híbrido gasta bastante, y la solución de los 48V no es suficiente.

La diferencia en cuanto a mecánicas es notable. Los 180 CV del Sportage le sientan bien, pero los 230 CV del Tucson nos parecen perfectos. El plus del motor eléctrico se nota, y mucho, sobre todo en las arrancadas gracias al par motor instantáneo.

El consumo entre uno y otro es muy distinto. En uso diario de una semana, con ciudad, carretera y autopista, más la prueba que le realizamos en vídeo por carreteras de montaña, el Kia Sportage y su sistema micro-híbrido acabó reflejando una media de 7,9 l/100 km, mientras que el Tucson con su hibridación convencional se ha mantenido fiel a sus registros homologados con una cifra media de 5,9 l/100 km.

Recordar que ambos modelos comparten mecánicas, por lo que tanto uno como otro pueden montar estas dos motorizaciones.

El Hyundai Tucson es un poco más confortable y está mejor insonorizado. La mecánica híbrida de 230 CV mueve muy bien al coche y además gasta poco.
El Hyundai Tucson es un poco más confortable y está mejor insonorizado. La mecánica híbrida de 230 CV mueve muy bien al coche y además gasta poco.

Seamos claros. El sistema micro-híbrido es una estafa. O eso nos parece a nosotros. Puede reducir el consumo, sí, pero de una forma tan irrisoria que prácticamente no lo vamos ni a notar. Y veremos si se mantiene lo de la etiqueta ECO, porque no está nada claro. Si quieres ahorrar de verdad, pásate al híbrido, o al híbrido enchufable, ahí notarás la verdadera diferencia. Aunque ya sabes, tendrás que hacer cálculos para ver cuánto tardarás en amortizar el sobrecoste de estos modelos…

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Opiniones de Hyundai Tucson vs Kia Sportage: Híbrido vs micro-híbrido

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n
nacra

si quieres ahorrar de verdad, ni micro ni maxi hbrido ... ambas marcas ofrecen mecnicas disel y eso s que es eficiente ... los hbridos en carretera, con la batera descargada (algo que sucede en 20 o 30 km.), gastan una barbaridad ... los hbridos son un engaabobos, solo para quien haga ciudad ...

Jan
Jan
| 2 respuestas

Yo lo tengo claro. Con el precio de estos dos prefiero invertir mi dinero en un Hyundai Ioniq 5 que tiene una excelente autonomía eléctrica y con el plan MOVES sale incluso más barato. Ahora bien entre el Tucson, (éxito de ventas) y el Sportage me gusta más el Hyundai, eso sí, en una versión menos costosa.

Anónimo

Este comentario ha sido eliminado.

G
German

Yo si no fuera pobre igual invertiría, pagaría, lo que vale el Ionic5 ya que es un coche que me resulta muy atractivo.

jm
juan manuel segarra

Me gusta mas el diseño del Tucson.

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