Los coches inspirados en el mundo de la aviación son un claro ejemplo de lo vinculados que han estado estos dos mundos desde sus orígenes. De hecho, muchos fabricantes de automóviles comenzaron su andadura en el aire, como BMW, Saab o Peugeot.
Automoción y aviación comparten además una parte sentimental muy intensa, en la que el ser humano se esfuerza por desafiar las leyes de la física y la aerodinámica, encontrando en ello la capacidad de crear belleza en la máquina y el disfrute que provoca la velocidad y la libertad del movimiento.
Y aunque por esas mismas razones el mundo de la competición y los superdeportivos son los que más rasgos suelen tomar prestados de aquellos que surcan los cielos, queremos resaltar que también es posible encontrar esta inspiración en vehículos más terrenales al alcance de casi todos, como el Saab 900 Turbo que hace de los aeropuertos un lugar más seguro.
Coches inspirados en aviones
Diseño a través del aerodinamismo aeronáutico, historia, veneración y también ingeniería se unen en estos coches que rinden homenaje a alguno de los más grandes iconos del aire. ¿Quién quiere un coche volador si tenemos sus representaciones sobre el asfalto?
Aston Martin DBS Superleggera Concorde
La relación de Aston Martin con la aeronáutica también es notable. De hecho, durante las dos guerras mundiales fabricaron componentes para aviones de combate como el Spitfire y el Mosquito, y no son pocas las veces que sigue demostrando su pasión por el aire con versiones especiales de sus deportivos. La última, rindiendo sus respetos al primer vuelo del Concorde, el avión supersónico desarrollado bajo la batuta anglo-francesa. Una edición limitada de 10 unidades con detalles tan especiales como el número de identificación del avión de la Autoridad de Aviación Civil pintado en negro, así como un indicador Mach, entre otros.
Renault Rafale
En 1920, Renault no solo estaba embarcado en los motores de automóviles, sino también en trenes y aviones. Como suele ir de la mano, Louis Renault era un apasionado de la aviación y la competición civil y en 1933, compró la empresa Caudron. Tan solo un año después, dio vida al Cuadron-Renault Rafale. Este monoplano de carreras fue un duro rival en los años 30 e inspiró una línea de aviones grand sport, de récord y de combate, así como coches de competición. Hoy en día, la compañía francesa ha querido rendirle homenaje lanzando al mercado el Renault Rafale, un SUV con tecnología de vanguardia que lleva su nombre.
Lamborghini Reventón
El Lamborghini Reventón es una de las creaciones más exclusivas -solo 20 unidades fabricadas- y extremas de Lamborghini; y es que, para crearlo, tomaron como ejemplo el (Lockheed Martin) F22 Raptor, el caza de combate americano con tecnología furtiva que marcó un antes y un después en la aviación militar. Sus líneas sobrias pero angulares y afiladas le delatan, así como algunos elementos a bordo, como el medidor de fuerzas G para sentirse un poco más piloto en las curvas.
Pagani Zonda Tricolore
La aerodinámica siempre ha sido para Pagani una auténtica inspiración. Y es por eso que el lanzamiento del Pagani Zonda Tricolore, en honor a la Frecce Tricolori, el equipo acrobático de la Fuerza Aérea italiana, con motivo de su 50 aniversario, no nos sorprendió. Dedicar una versión especial así, a través de uno de sus superdeportivos más exclusivos, el Zonda Cinque -con solo 5 unidades creadas- es pasar a la historia en cielo y tierra. Además, no es el único modelo inspirado en la aviación, ya que Huayra, que da nombre a su primer coche con aerodinámica activa, significa “viento” en quechua.
Ford Mustang Mach-1
Ford estuvo vinculada a la aviación desde comienzos de los años 20 y durante algunos años, siendo uno de sus aviones más conocidos el Ford Trimotor o “Tin Goose”, e incluso se atrevió a lanzar un prototipo de coche volador, aunque la historia no terminó muy bien. Sin embargo, su pasión por el cielo sigue latente; para demostrarlo, el Ford Mustang tuvo su versión Mach-1, un número que representa la velocidad del sonido. En 1947, Chuck Yeager se convirtió en el primer piloto en romperla con su Bell-X y Ford, en su búsqueda constante de velocidad y emoción, diseño en 1969 un Mustang apodado Mach 1, estableciendo 265 records de velocidad y resistencia en su primer año en Bonnville Salt Flats. Hoy en día, la leyenda sigue viva con el nuevo Mustang Mach-1, con un trabajo aerodinámico excepcional con el que consigue un 22% más de carga aerodinámica que un Mustang GT.
