El renting de vehículos, en crecimiento sostenido

A julio de 2022, el parque de vehículos en renting en España es de 824.050 unidades, según datos facilitados por AER (Asociación Española de Renting de Vehículos). Es una muestra de la creciente importancia de esta forma de pago por uso del coche, que poco a poco se consolida como un complemento o alternativa al coche privado.

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Esta cifra ha ido creciendo año tras año, en una clara evolución positiva que solo se truncó durante la pandemia de Covid-19, que influyó negativamente en todos los sectores de la economía y especialmente el del automóvil. Las matriculaciones de renting cayeron considerablemente durante el primer trimestre de 2020, pero rápidamente volvió a la senda de crecimiento que ha continuado en estos últimos dos años.

Así, nos encontramos que en España el número de clientes que confían en el renting es actualmente de 253.308, frente a los 55.000 clientes que se contabilizaban en 2015, o los 200.000 con los que se cerró 2019.

¿Qué lleva a las personas y a las empresas en confiar en la modalidad del renting frente a la compra del vehículo en propiedad o otras formas de uso del automóvil?. Básicamente la flexibilidad que supone esta nueva forma de movilidad, que permite disfrutar de un vehículo por un tiempo determinado, y sin necesidad de comprarlo en su totalidad. Con solo una cuota mensual ya es posible disfrutar del uso del coche. Esta cuota suele incluir ,los costes del seguro, de mantenimiento y reparaciones e incluso los costes de la ITV, si son necesarios. Dependiendo de la situación particular de cada uno, o de las necesidades de la empresa, puede interesar un renting o no. Es cuestión de hacer números y valorar si el importe de la cuota mensual compensa o no. Las empresas y autónomos pueden desgravar ese coste como un gasto, como si fuese un alquiler.

En este video os explicamos al detalle en qué consiste el renting, y lo comparamos con otras formas de pago por uso, como el leasing o el pago por suscripción, esta última también muy en boga.

En este otro video os explicamos las diferentes formas de contratación de un vehículo en pago por uso.

Lo que parece estar claro es que el renting convence a particulares y sobre todo,a empresas, especialmente las de gran tamaño. Según datos de AER, el grueso de las matriculaciones de renting se destina a vehículos contratados por grandes empresas (42,62%), que contratan más de 24 vehículos. Le siguen las empresas pequeñas (23,13%) que contratan entre 1 y 5 vehículos, las empresas medianas (17,58%) que contratan entre 5 y 24 vehículos y finalmente los particulares y autónomos, o personas físicas (16,67%).

Este último grupo, el de los particulares y autónomos, es el que más está creciendo, según datos facilitados por AER sobre el primer semestre de 2022.

No obstante, a pesar de estos positivos datos, el volumen de matriculaciones durante este 2022 no es tan boyante como el de ejercicios anteriores. En el primer semestre de 2022, las matriculaciones de renting fueron un 12,60% inferiores que en el mismo periodo de 2021; Y es que el retraso en las entregas de vehículos debido a la crisis de los semiconductores afecta a las matriculaciones, de la misma manera que lo hace en el sector del vehículo nuevo.

Esto no frena que la tendencia, aunque moderada, sea sostenida hacia el uso de vehículos que no son de propiedad entre los españoles. Según un estudio de Tendencia de Compra de un Vehículo realizado por Coches.net, un 15% de los encuestados opta por el uso del coche en modalidad de renting, pago por uso o sharing, frente al 13% de la anterior edición de la encuesta. El El renting sigue siendo la opción escogida, tanto en la modalidad entre particulares (27%) como de empresa (también un 27%). El pago por uso, con un 22%, se sitúa como tercera opción y el sharing (compartir coche) con un 18% como cuarta opción entre los encuestados.

Según este estudio, entre los que todavía no optan por modelos de cuota mensual, cuatro de cada diez personas sí se plantearía usarlos y entre estos, también el renting es la opción preferida por encima del pago por uso o pago por suscripción.

El tipo de persona que suele optar por un coche en renting se situa en una franja de edad entre 36 y 65 años, según un estudio de AER (Asociación Española de Renting). Suele vivir en grandes áreas metropolitanas, tiene estudios universitarios, es trabajador por cuenta ajena (abogado, economista ingeniero…), en el caso de los particulares y sin empleados, en el caso de los autónomos. Por lo general, vive en familia formada por una media de algo más de tres miembros.

A la hora de contratar un coche por renting, el cliente particular suele mantener el servicio durante una media de 1,8 años. Los autónomos llegan a 4,1 años, mientras que las empresas suelen mantener el renting de sus flotas una media de 7,6 años.

Los particulares suelen ser personas que disponen de un coche en propiedad y otro en renting, por norma general. El de renting suele ser el más nuevo, o bien el que tiene la tecnología más innovadora. De hecho, esta modalidad de pago por uso del coche es idónea para experimentar con el uso del coche eléctrico, como paso previo, si se quiere, a la compra en propiedad.

Aunque la gasolina y el diésel es el modo de propulsión preferido por particulares y empresas (el diésel especialmente en estas últimas), los coches híbridos no enchufables ya representan el 17,40% de las matriculaciones de renting, según datos del Instituto de Estudios de Automoción (IEA) y la DGT.

Las matriculaciones de híbridos, eléctricos y coches movidos a gas natural crecen, mientras que las de diésel y gasolina bajan.

Esto hace pensar que, de alguna manera, el renting y otras modalidades de pago por uso del coche contribuyen a rebajar el consumo y las emisiones del parque de vehículos que circulan por nuestras carreteras. Sin ser la solución definitiva, porque las cuotas de estos tipos de vehículos suelen ser elevadas, como también lo son las tarifas de los fabricantes sobre el vehículo nuevo, sí que estimulan el uso del coche híbrido, eléctrico o de gas sin el compromiso de disponer del coche en propiedad. Es una excelente forma de probar si el coche eléctrico, por ejemplo, encaja en nuestra forma de vida o en la infraestructura que tenemos en casa, y si compensa su uso.