Sin excesos de velocidad se salvarían 379 vidas al año

Un total de 370 vidas se podrían salvar cada año en España si los conductores no excedieran la velocidad, de los cuales 293 corresponderían a colisiones entre vehículos y 83 a atropellos. Además, se evitarían 1.852 heridos graves. Una cifra importante teniendo en cuenta que en España fallecieron 1.688 personas y 1.902 resultaron heridos graves en 2014. Pero la realidad es que son muchos los conductores que siguen superando los límites de velocidad.

Fundación Mapfre ha reconstruido 500 accidentes de tráfico y ha averiguado que en el 41% de estos accidentes se produjo exceso de velocidad, concretamente en el 43% de las colisiones y en el 34% de los atropellos. La mayor parte de estos accidentes se producen principalmente de día y en vías interurbanas. El estudio ‘La contribución de la velocidad a la prevención de accidentes en España’ se ha presentado en el marco de una jornada sobre ‘El Asistente de Velocidad Inteligente de serie en todos los vehículos’, celebrada en la sede de la Dirección General de Tráfico en Madrid.

En función de la gravedad, los excesos de velocidad están presentes en el 51% de todas las colisiones entre vehículos con fallecidos y en el 44% de todas las colisiones entre vehículos con lesionados graves. En el caso de los atropellos, los excesos se observan en el 36% de todos los atropellos con peatones fallecidos y en el 32% de todos los atropellos con peatones que resultan heridos de gravedad.

Jesús Monclús, director de Seguridad Vial de Fundación Mapfre, ha hecho alusión a que el riesgo vinculado a la velocidad varía en función del tipo de vía. “La regla de oro es que, de media, una reducción del 1% en la velocidad media del tráfico lleva a una reducción del 2% de los accidentes con lesiones, del 3% de los accidentes con lesiones graves y del 4% de los accidentes mortales”, ha explicado.

Para Oliver Carsten, profesor de Seguridad en el Transporte en el Instituto de Estudios de Transporte de la Universidad de Leeds en Inglaterra, la velocidad es el factor de riesgo más importante en un accidente. En la Unión Europea mueren cada semana 500 personas, lo que equivale a siete al día, cifras que llevan a un total de 25.700 en 2014 con 203.500 heridos. Estos datos podrían ser más elevados si no fuera por los muchos sistemas de seguridad que se equipan en los vehículos. En este artículo profundizamos sobre cómo las tecnologías ayudan en la seguridad vial.

Pero el objetivo de Naciones Unidas no se queda en estas cifras. El reto es conseguir cero accidentes y cero fallecidos en el año 2050, con la misión de reducir al 50% el número de fallecidos en el mundo en el período 2011-2020. Recordamos que al año fallecen en el mundo 1.250.000 personas por accidentes de tráfico, según el último informe de Seguridad Vial de la Organización Mundial de la Salud.

"La mayoría de conductores en España desobedecen las señales de velocidad por descuido"

Si nos centramos en las carreteras de la Unión Europea, hasta el 60% de los conductores supera los límites de velocidad, a sabiendas que la velocidad aparece en un tercio de las colisiones mortales como factor principal. Según explica María Seguí, la directora de la DGT, “la mayoría de conductores en España desobedecen las señales de velocidad por descuido, por un problema en la percepción del riesgo o porque se nos olvidó el límite de la última señal que vimos, pero también hay un grupo minoritario que incumple las normas de forma activa porque busca experimentar situaciones de riesgo o porque no creen en la legitimidad de los límites establecidos”.

En este sentido este organismo ya está trabajando en lo que llama la ‘DGT 3.0’ que se apoyará en la tecnología para poder transmitir la velocidad máxima de cada momento directamente a cada vehículo a través de las pantallas del cuadro de instrumentos.

Los avances tecnológicos que se están implantado en el automóvil ayudan y ayudarán en un futuro a evitar accidentes y fallecidos y uno de esos sistemas es el Asistente de Velocidad Inteligente (ISA). Este dispositivo de asistencia a la conducción fue reconocido en un estudio noruego como el ‘más eficaz’ para salvar vidas. De hecho, los datos que se barajan es que con el ISA se esperan reducir el número de colisiones en un 30% y de muertes en un 20%.

Los primeros vehículos con este sistema empezaron a aparecer en el mercado el año pasado, en parte gracias a la decisión de Euro NCAP de dar más puntos extra a aquellos vehículos que lo incluyesen, pero no es un sistema obligatorio. Algo que defiende en estos momentos el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC) dentro de su iniciativa iSAFER y que en España apoyan desde la DGT y la Fundación Mapfre.

Y parece que hay indicios de que este mismo año la Comisión Europea podría proponer el ISA como un sistema de seguridad obligatorio para vehículos en el mercado europeo. “Factible desde el punto de vista tecnológico”, así definía el ISA un informe del TRL (Transport Research Laboratory) por la Comisión Europea en 2015. De ser así el siguiente paso sería la votación y el apoyo de cada uno de los Estados miembros a este sistema que podría entrar como equipamiento de serie de forma obligatoria en unos tres años. En estos momentos lo equipan pocos modelos de serie y algunos en opción a un precio estimado de 800 euros.

Desde el ETSC también proponen a la Comisión Europea introducir como equipamiento de serie a la mayor brevedad el Recordatorio del Cinturón de Seguridad en todos los asientos, no sólo en el del conductor, y el Frenado de Emergencia Automático. Antonio Avenoso, director ejecutivo del Consejo de Seguridad de Transporte Europeo, cifra en 900 vidas al año las que se podrían salvar si el Recordatorio o sistema de alerta del cinturón de seguridad funcionara para todos los asientos

El Asistente de Velocidad Inteligente es capaz de reconocer los límites de velocidad existentes en cada momento y en cada punto de la vía y al mismo tiempo impedir de modo automático que el conductor exceda dichos límites. Para ello utiliza una videocámara que reconoce las señales de velocidad y los datos de límites de velocidad ligados al GPS.

No hay que dudar de su efectividad, de hecho ya se ha probado en muchos Estados miembros con una valoración positiva por parte de los conductores, pero para que su efectividad sea total cuenta con un hándicap y es que el conductor puede anularlo temporalmente o desconectarlo. ¿Quién asegura que una vez que se incluya como equipamiento de serie obligatorio se vaya a utilizar? Será cuestión de concienciación como también pasó cuando se introdujeron los cinturones de seguridad en su día.

Según informa el ETSC el 78% de los usuarios de la carretera y el 64% de los conductores apoyan los limitadores de velocidad para los vehículos. Otro dato interesante es que los automóviles equipados con ISA podrían reducir las emisiones de CO2 en un 8%.

Durante la jornada sobre el Asistente de Velocidad Inteligente hemos podido realizar una prueba de conducción con dos Ford S-Max en tráfico real. Como hemos dicho este asistente se puede desconectar cuando el conductor quiera, bien pulsando un botón en el volante o bien porque en un momento dado se quiera rebasar la velocidad para realizar un adelantamiento u otra maniobra. En este último caso, sólo acelerando enérgicamente se desconectaría, por lo que habría que conectarlo de nuevo si queremos que vuelva a funcionar.

Este sistema funciona a velocidades entre 30 y 200 km/h, garantiza una deceleración suave con el uso de la menor cantidad de combustible y permite al conductor un margen de actuación siempre circulando dentro del límites permitidos, es decir, se puede activar la alarma cuando se sobrepase los tres kilómetros por hora sobre la velocidad legal. En definitiva este sistema puede ayudar mucho no sólo en la reducción de accidentes, también a evitar multas por exceder los límites.

También hemos podido probar el sistema de prevención de accidentes Mobileye y que ofrece alerta de colisión frontal, control de la distancia de seguridad, alerta de salida involuntaria de carril, alerta de colisión con peatones y ciclistas, control inteligente de luces largas e indicador de límite de velocidad. Se trata de una solución disponible en el mercado de posventa que se puede instalar en cualquier vehículo homologado a partir del año 2000.

Para su funcionamiento utiliza un sensor de visión inteligente que actúa como un tercer ojo y que es capaz de detectar riesgos potenciales en la carretera. La distancia y la velocidad relativa de vehículos, peatones o ciclistas se miden constantemente para calcular el riesgo de colisión con ellos, reconociendo incluso las líneas de carril y las señales de tráfico. Cuando el riesgo es inminente se generan señales visuales y acústicas que avisan al conductor con suficiente antelación para que pueda reaccionar.

Este sistema lleva a la venta en España desde hace cerca de dos años y se puede encontrar en tiendas especializadas de automoción a un precio que oscila entre los 500 y 800 euros. En Israel es obligatorio ese sistema para vehículos de más de 3,5 toneladas que se hayan comprado desde el año 2012 y el gobierno está dando una subvención para la compra.