Tras la presentación del nuevo Mercedes-Benz GLC Coupé, la firma alemana nos muestra ahora la gama AMG de altas prestaciones compuesta por dos potentes variantes de gasolina con 421 y 680 CV.
Mercedes lanza las versiones GLC 43 4Matic Coupé y GLC 63 S E Performance Coupé como modelos tope de gama para este SUV medio alemán. Se ofrece en dos potentes versiones con motor de gasolina, híbrida y micro-híbrida. La primera de ellas, la de acceso a la gama AMG ofrece 421 CV, mientras que la segunda, la más potente, hace lo propio con una imponente cifra de 680 CV.
Ambas versiones cuentan con dirección en el eje trasero, tracción total, cambio AMG Speedshift MCT 9G y un tren de rodaje AMG Ride Control con sistema de amortiguación adaptativa que contribuye al dinamismo durante la conducción.
Bajo el capó de este modelo se encuentra el motor AMG de 2.0 litros y cuatro cilindros dispuesto en configuración longitudinal. Es el único motor de serie turboalimentado con un turbocompresor eléctrico alimentado por el sistema eléctrico de a bordo adicional de 48 voltios, que también incluye el alternador arrancador accionado por correa. En comparación con el GLC 43, el turbocompresor del GLC 63 S es más grande, permitiendo así un mayor caudal de aire y, por lo tanto, más prestaciones.
En el 63 S el motor de gasolina produce 476 CV, esto lo convierte en el motor de cuatro cilindros más potente del mercado. El par máximo del motor de combustión es de 545 Nm, aunque, cuando se mezcla con el sistema híbrido, además de los 680 CV de potencia máxima el par motor aumenta hasta los 1.020 Nm. Esto le permite acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 3,5 segundos y alcanzar una punta de 275 km/h limitados electrónicamente. El motor eléctrico de 150 kW (204 CV) está situado en el eje trasero y actúa directamente sobre las ruedas posteriores, aunque también puede derivar potencia a las ruedas delanteras en caso necesario.
La batería del GLC 63 S E Performance Coupé ofrece una capacidad de 6,1 kWh, 80 kW de potencia contínua y 150 kW de potencia pico durante 10 segundos. La carga se realiza mediante la recuperación o con un cargador de a bordo de 3,7 kW con corriente alterna. La autonomía eléctrica es de unos 12 km.
Una de las ventajas de la propulsión híbrida es que, en vez de usar el sistema de frenado para desviar el par a una rueda u otra, con este sistema y mediante una centralita, el coche es capaz de saber cuánto par debe mandar a cada rueda de forma individual para garantizar un agarre excelente.
En el modelo GLC 43 4Matic Coupé, el motor de 2.0 litros y cuatro cilindros ofrece una potencia de 421 CV y un par máximo de 500 Nm. Mediante la micro-hibridación, el sistema eléctrico puede ofrecer un impulso extra de 14 CV en algunas fases de la conducción. También permite desconectar por completo el motor y circular por inercia durante más tiempo para ahorrar combustible. Esta versión acelera de 0 a 100 en 4,8 segundos y puede alcanzar los 250 km/h limitados.
En ambos modelos el cambio de marcha es el AMG Speedshift MCT 9, en el que un embrague de arranque sustituye al convertidor de par. Ofrece transiciones más rápidas, incluso a la hora de reducir, y cuenta con función de doble embrague en los programas de conducción Sport y Sport.
Como todo AMG, el GLC Coupé cuenta con una puesta a punto más deportiva en su chasis, así como una dirección más sensible y directa y un paquete de frenos deportivos AMG con discos y pinzas de mayor rendimiento. También se instala un sistema de escape AMG para que las prestaciones y el sonido de este coche vayan de la mano.
