Porsche ha organizado el Porsche Ice Experience, un evento formativo en el que nos pusimos al volante de los modelos más destacados de la marca para aprender diversas técnicas de derrapaje sobre la nieve. De la mano de un equipo de instructores experimentados, disfrutamos de una serie de pruebas de agilidad en circuito.
Las jornadas comenzaron en el circuito Pas de la Casa ubicado en Andorra, el circuito de conducción más alto de Europa, situado a 2400 metros sobre el nivel del mar. A pesar de estar en pleno enero, el clima era más propio de principios de primavera, con temperaturas que alcanzaban los 12 grados durante el día y descendían hasta un grado positivo por la noche. Disfrutamos de buena visibilidad y luz, aunque las temperaturas elevadas obligaron al equipo a adaptar la experiencia a las condiciones meteorológicas, ya que la pista se descongelaba con facilidad.
Antes de comenzar
Inicialmente, el equipo Porsche nos proporcionó un briefing con información relevante, especialmente para nuestra seguridad y para comprender lo que nos depararía la experiencia en pista. Comenzamos repasando la postura de conducción, un punto evidente pero a menudo olvidado debido a los hábitos adquiridos en la conducción diaria. El asiento se ajusta en 3 pasos y en un orden específico. Primero, ajustamos la altura lo más bajo posible para permitir una visión más amplia y anticipada. La distancia longitudinal se ajusta con el pie izquierdo en el reposapiés, manteniendo la pierna semiflexionada, la espalda erguida a 90 grados y los hombros pegados al asiento. Finalmente, ajustamos la distancia al volante para que los codos queden semiflexionados.
La siguiente sección abordó la física del vehículo, explicando las transferencias de peso entre las ruedas en cada momento del giro. Durante la aceleración, hay menos peso en las ruedas directrices, y durante la frenada, ocurre lo contrario. En curva, las ruedas del exterior reciben más adherencia y peso. Sobre superficies deslizantes, las respuestas son diferentes al comportamiento en asfalto, ya que el círculo de adherencia se vuelve más pequeño, siendo esta la situación con la que nos encontraríamos en el circuito helado del Pas de la Casa.
Derrape en la nieve a fondo: 3 pruebas clave
Comenzamos con una prueba dinámica en una parte del circuito con el Porsche Taycan GTS y el Panamera híbrido. Lo primero fue desconectar el sistema de control de estabilidad para permitir el derrape y el deslizamiento sobre el hielo. Dentro de este sistema, hay dos niveles: el primero, el modo sport, que con un toque quita parcialmente los controles, y con el segundo toque los desconecta por completo, siendo esta última la opción que elegimos.
Comenzamos con una salida suave, seguida de un giro pronunciado a la derecha y con un golpe de gas al acelerador conseguimos desplazar el eje trasero hacia la derecha. Una vez desplazado, enderezamos el volante completamente y aplicamos contravolante para hacer girar el coche rápidamente sin perder velocidad. Antonio, un experimentado instructor, nos indicó los momentos clave para salir del derrape con el menor balanceo posible.
Cambiamos de modelos y continuamos con otra prueba de subviraje doble, esta vez con el Porsche Cayenne Rothmans como compañero. Nuevamente desconectamos por completo todos los sistemas de control. A pesar del sol y el calor, en esta parte de la pista se distinguían diferentes zonas de adherencia como el hielo, la nieve blanda y el asfalto.
Nunca imaginé que podría ser tan divertido experimentar con un SUV grande como el Cayenne en un circuito de hielo. Se siente más pesado y derrapa menos, pero un golpe de acelerador más fuerte y una buena técnica al volante permiten disfrutarlo por igual.
Finalmente, pudimos cambiar de coche para dar varias vueltas al circuito completo, conectando los dos primeros ejercicios y añadiendo nuevos tramos. Los conos indicaban la trazada. Después de dar algunas vueltas con el Taycan y el Panamera, llegó el momento de ponernos al volante del mítico Porsche 911 Carrera 4 GTS. Los 480 CV bajo su capó y el peso reducido jugaron un papel clave para realizar un derrape controlado tanto en los tramos de curvas como en el slalom.
En resumidas cuentas
Durante las jornadas aprendimos mucho, descubrimos nuevos trucos, recordamos algunos olvidados y, por supuesto, corregimos errores que ni siquiera habíamos notado.
Es una de esas experiencias que ofrece una oportunidad para mejorar las habilidades de conducción sobre la nieve, tanto en situaciones cotidianas como en emergencias. Durante el próximo fin de semana, 100 participantes del Porsche Ice Experience acudirán al circuito. No es necesario ser dueño de un modelo de Porsche para sentirse piloto en el suelo andorrano. Es una experiencia abierta para cualquier persona interesada, con un precio que parte de 950 euros.
