¿Híbrido, híbrido enchufable, o eléctrico? Sabemos que muchos de vosotros os halláis en esta encrucijada, llegado el momento de comprar un coche nuevo. Por ese motivo, vamos a dedicar este vídeo a explicaros las diferencias entre estos tres tipos de propulsión “electrificada”. Para hacerlo de manera empírica, nos iremos de viaje desde la provincia de Barcelona hacia la Comunidad Valenciana, realizando tres rutas diferenciadas: una por autopista, otra por carretera y otra por ciudad.
Y como nuestro objetivo es explicaros las ventajas e inconvenientes de cada tipo de automóvil, se nos ha ocurrido que la mejor manera de hacerlo es elegir un modelo de coche que ofrezca precisamente estas tres opciones: el Kia Niro, disponible en sus versiones HEV (Híbrida convencional), PHEV (Híbrida enchufable) y EV (100% eléctrica, cuya denominación comercial en España es Kia e-Niro).
¿Qué es un coche eléctrico?
Los coches eléctricos de baterías, como es el caso del Kia e-Niro, no emplean motores de combustión; y por tanto, no disponen de un depósito de gasolina ni de gasóleo. Emplean uno o más motores eléctricos, por lo general con buen nivel de potencia; mientras que la batería suele ser de gran capacidad y permite recorrer cientos de kilómetros.
Dado que los motores eléctricos no generan emisiones contaminantes, los automóviles encuadrados en esta categoría merecen recibir la etiqueta medioambiental Cero. Eso sí, hay que tener en cuenta por otro lado que los coches eléctricos suelen ser más caros que los híbridos.
¿Qué es un híbrido convencional?
Pasemos ahora a los híbridos convencionales, los “de toda la vida”. Los híbridos de esta tipología tienen un motor de combustión (normalmente de gasolina, como sucede con el Kia Niro HEV), un motor eléctrico de potencia limitada y una batería de escasa capacidad. Esta batería es lo bastante pequeña como para que pueda recargarse automáticamente recuperando la energía cinética del coche en las frenadas y desaceleraciones o aprovechando energía sobrante del motor de gasolina.
Un coche híbrido puede ser impulsado por el motor eléctrico en solitario por un corto periodo de tiempo; por ejemplo, para entrar y salir del parking, en atascos a baja velocidad o en autopista cuando la demanda de energía es baja. El motor eléctrico también se suma al motor de gasolina en procesos de aceleración.
Además de homologar consumos similares a los de un coche diésel, los híbridos “sin enchufe” emiten menos CO2 que los coches de gasolina equivalentes ya que utilizan el motor eléctrico en bastantes ocasiones; y esto da lugar a que obtengan el distintivo Eco de la DGT. No alcanzan la etiqueta Cero, pero a cambio suelen ser más baratos que los coches eléctricos.
¿Qué es un híbrido enchufable?
Por último, los híbridos enchufables tienen un motor eléctrico más potente y una batería más grande que los híbridos convencionales, aunque no llegan a igualarse a los niveles de potencia y capacidad de batería de los eléctricos puros. Estos coches pueden circular en modo híbrido, dejando que sus dos motores trabajen de forma conjunta o separada concediendo prioridad al eléctrico cuando sea la opción más eficiente; o bien, si así lo deseamos, como un 100% eléctrico, siempre que haya suficiente reserva de batería.
En modo puramente eléctrico, su autonomía homologada de -como mínimo- 40 km concede a estos vehículos la etiqueta Cero, la misma que llevan los puramente eléctricos. Y como indica su nombre, podemos enchufarlos a una toma de corriente doméstica o a un cargador específico para aprovechar toda la capacidad de la batería (ya que no podríamos recargarla del todo solamente conduciendo). Por todo ello, puede decirse que los híbridos enchufables se sitúan a medio camino entre los híbridos “a secas” y los coches 100% eléctricos; y esto les permite conjugar algunas de las ventajas de aquellos tipos de propulsión.
¿Cuáles son sus ventajas e inconvenientes?
¡No os perdáis nuestro vídeo! En él, Jaume Gustems y un servidor os explicamos, con todo detalle, los pros y contras de los coches híbridos, híbridos enchufables y 100% eléctricos. También calcularemos cuáles son sus consumos en autopista, carretera y ciudad... y os vamos a traer alguna que otra sorpresa.
La comparativa está planteada sólo en un caso de uso poco real. La realidad del uso de un vehículo determina más el coche que me compre. Si sólo lo uso para desplazamientos cortos y urbanos o lo utilizo para vacaciones familiares, cargados hasta el techo y con desplazamientos largos superiores a 500 Km y en verano.